Te elegí sin pestañear,
entraste en mi vida,
y con la certeza de que
te quieras quedar,
no tenemos prisa
en ser para siempre.
Te elegí sin pestañear,
entraste en mi vida,
y con la certeza de que
te quieras quedar,
no tenemos prisa
en ser para siempre.
Mirarse en el espejo del abismo lleva algún tiempo, pero el resultado puede ser maravilloso si encuentras cosas de ti mismo de las que no eras consciente.
El abismo sería tu mundo interno y éste terminaría saliendo a la luz para florecer, y convertirte en una puta obra de arte.